Veinte Verdades Veinte

No, no. No es ninguna revelación. Ni espiritual, ni metafísica. Ni intelectual, ni futbolera siquiera. Las Veinte Verdades (así, con mayúsculas se escribe, no porque lo haga yo) se refieren nada más y nada menos que al peronismo. Yo llegué tarde a su conocimiento –reconozco mi ignorancia- y pude hacerlo hace poco a través de la lectura de un libro que solamente las mencionaba en un pasaje y, como me llamaron la atención, me lancé a “googlearlas”, como hacemos todos...

Al leerlas, no pude más que volver a desaprobar (por decirlo de algún modo elegante) a los gobiernos que se tildan de peronistas y que en su teoría y su práctica nada tienen que ver con la doctrina del General. Es más, aunque uno no sea peronista, al leer las Veinte Verdades y ver lo que hacen los gobiernos que se auto-proclaman “peronistas”, querría que un gobierno con esos conceptos se establezca ya y reemplace al que tenemos.

Claro, si Ud. tampoco las conoce se estará preguntando de qué se tratan las Veinte Verdades Veinte... Pues, adoctrínese (la negrita la resalté yo):

1. La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: EL PUEBLO.

2. El Peronismo es esencialmente popular. Todo círculo político es antipopular, y por lo tanto, no es peronista.

3. El peronista trabaja para el Movimiento. El que en su nombre sirve a un círculo, o a un caudillo, lo es sólo de nombre.

4. No existe para el Peronismo más que una sola clase de hombres: los que trabajan.

5. En la Nueva Argentina el trabajo es un derecho que crea la dignidad del hombre y es un deber, porque es justo que cada uno produzca por lo menos lo que consume.

6. Para un peronista de bien, no puede haber nada mejor que otro peronista.

7. Ningún peronista debe sentirse más de lo que es, ni menos de lo que debe ser. Cuando un peronista comienza a sentirse más de lo que es, empieza a convertirse en oligarca.

8. En la acción política, la escala de valores de todo peronista es la siguiente: primero la Patria, después el Movimiento, y luego los Hombres.

9. La política no es para nosotros un fin, sino solo el medio para el bien de la Patria, que es la felicidad de sus hijos y la grandeza nacional.

10. Los dos brazos del Peronismo son la Justicia Social y la Ayuda Social. Con ellos damos al Pueblo un abrazo de justicia y de amor.

11. El Peronismo anhela la unidad nacional y no la lucha. Desea héroes pero no mártires.

12. En la Nueva Argentina los únicos privilegiados son los niños.

13. Un gobierno sin doctrina es un cuerpo sin alma. Por eso el Peronismo tiene su propia doctrina política, económica y social: el Justicialismo.

14. El Justicialismo es una nueva filosofía de vida simple, práctica, profundamente cristiana y profundamente popular.

15. Como doctrina política, el Justicialismo realiza el equilibrio del derecho del individuo con la comunidad.

16. Como doctrina económica, el Justicialismo realiza la economía social, poniendo el capital al servicio de la economía y ésta al servicio del bienestar social.

17. Como doctrina social, el Justicialismo realiza la Justicia Social, que da a cada persona su derecho en función social.

18. Queremos una Argentina socialmente justa, económicamente libre, y políticamente soberana.

19. Constituimos un gobierno centralizado, un Estado organizado y un pueblo libre.

20. En esta tierra, lo mejor que tenemos es el Pueblo.

Y más allá de algunos atisbos de demagogia que alguno pueda encontrar, cualquier parecido con la realidad es... IMPOSIBLE. Me pregunto: ¿qué entenderán los actuales “gobiernos peronistas” sobre que la Justicia Social da a cada persona su derecho en función social? ¿Que unos pocos tienen que trabajar y otros muchos recibir subsidios para no hacer nada? ¿A eso se llamará “socialmente justa”? ¿Por qué para el nuevo peronismo “existe una sola clase de hombres: los que” NO “trabajan”? ¿Acaso es una idea demodé que sea “justo que cada uno produzca por lo menos lo que consume”?

Perón dijo el 17 de julio de 1944:Dividimos al país en dos categorías:
una, la de los hombres que trabajan, y la otra, la que vive de los hombres que trabajan.
Ante esta situación, nos hemos colocado abiertamente del lado de los que trabajan.”
No parece ese el lineamiento del peronismo gobernante actual. Y ¿cuál será hoy en día el “bien de la Patria” (la grandeza nacional no creo...)? Ni hablar de que “cuando un Peronista comienza a sentirse más de lo que es, empieza a convertirse en oligarca” –a quien le quepa el saco, que se lo ponga-.

Quizás haya leído en Internet o en algún mail de cadena que le haya llegado unos conceptos de Adrián Roger, del año 1931, que rezan:

“Todo lo que una persona recibe sin haber trabajado para obtenerlo, otra persona deberá haber trabajado para ello, pero sin recibirlo.

“El gobierno no puede entregar nada a alguien, si antes no se lo ha quitado a alguna otra persona.

“Cuando la mitad de las personas llegan a la conclusión de que ellas no tienen que trabajar porque la otra mitad está obligada a hacerse cargo de ellas, y cuando esta otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar porque alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo, eso, mi querido amigo, es el fin de cualquier nación.

“No se puede multiplicar la riqueza dividiéndola".

Es más, la sociedad argentina actual se divide en tres: la clase trabajadora, la clase subsidiada y los marginales. La primera produce para sí misma y para la segunda y la tercera se aprovecha muchas veces de la primera en forma violenta (no hace falta describir las maneras, todos las conocemos).

En verdad, creo que los valores que se honraban hace sesenta u ochenta años eran absolutamente lógicos y verdaderamente estratégicos. Estos de hoy, solo tienen como objetivo el cortoplacismo de los períodos políticos y no el de la grandeza de los estadistas. ¿Vos qué opinás...?