Una cuestión de respeto.


Honrar nuestros próceres no parece ser una cuestión habitual entre los argentinos. A veces ni siquiera sabemos bien quiénes fueron en realidad, o qué legado nos dejaron. En definitiva, por qué son considerados próceres.
Tampoco lo hacemos con nuestra historia. Es común escuchar que el día 25 de Mayo se celebre nuestra Independencia ¿no? Es difícil tener la consideración que una fecha merece si ni siquiera tenemos bien presente qué es lo que en ese día se conmemora...
En ese sentido, el hecho de correr los feriados de manera antojadiza hacia un lunes anterior o posterior, con pretendidas intenciones de desarrollo y aprovechamiento turístico (que verdaderamente se alcanzan, por cierto), colabora en desmerecer el valor patriótico e histórico que los días importantes en la vida de un país deben tener para cada ciudadano.
No es lo mismo conmemorar el aniversario de la muerte de nuestro prócer máximo, Don José de San Martín, el día 17 de agosto (un jueves) que el día 21 de agosto (un lunes de la semana siguiente). Mucho menos si, además, la ciudadanía aprovecha el fin de semana largo para tomarse un descanso turístico –actitud fomentada desde el mismo Estado-, olvidándose de toda importancia que motiva el feriado.
La idea lanzada hace algunos años (idea “importada”, por supuesto) de amalgamar días no laborales a fines de semana con la intención de promover minivacaciones otorga provecho comercial y laboral para los sectores relacionados al turismo, algo por demás beneficioso para el país por lo económico y para la gente por el descanso que permite. Pero no preserva los considerandos que alguna vez motivaron la determinación de establecer como feriado a tal o cual fecha del calendario.
No creo que sea una antigüedad venerar próceres o días importantes en la vida del país. Me parece que no es una buena práctica –y mucho menos educativa- la de no respetar el feriado designado por un motivo y correrlo para aprovecharlo en otro sentido absolutamente distinto del primero.
Pero como la crítica sin propuestas es hueca e inútil, aquí va la mía: sigamos respetando a rajatabla el día 1º de Mayo, como hasta ahora. Y también el 9 de Julio. En cambio, los días 25 de Mayo, 24 de Marzo, 2 de Abril, 20 de Junio y 17 de agosto, que sean días laborales. Seguramente a San Martín, a Belgrano, o a cualquiera de nuestros ex-combatientes les gustaría que esos días se los conmemore trabajando y no tanto corriéndolos de fecha para irse a Mar del Plata. Trabajemos, y dediquemos una hora en cada ámbito laboral a celebrar la fecha en cuestión. Un discurso, una ofrenda floral, el canto del Himno Nacional, el lucimiento de la escarapela... una hora, nada más. Pero como corresponde, haciendo honor al día y frente a nuestra bandera (en todos los lugares de trabajo debiera haber una).
Y tengamos tres feriados turísticos al año, distribuidos de la forma más conveniente. En mayo, en setiembre y en noviembre, por ejemplo. Tres fines de semana largo ya determinados para el turismo, el descanso, las minivacaciones. Sin culpas ni deshonores. Sin motivos cambiados, sin deshonras. Especiales para descansar y pasear. No cambia mucho el almanaque, pero cambian los valores, para volver a ser lo que alguna vez fueron. Es nada más que eso: una cuestión de respeto... ¿Vos qué opinás...?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Apoyo la propuesta, es importante mantener el respeto a los Hombres que hicieron la Patria y conmemorar las fechas en los lugares de trabajo me parece muy saludable.

Anónimo dijo...

Excelente propuesta! Si queremos una nación independiente y en serio comencemos por respetar e incentivar los grandes valores de nuestra historia y cultura.