Nobleza obliga...


Se llamaba Luis María Albamonte, pero su seudónimo lo definía mejor: tenía mucho de “geográfico”, su nombre abarcaba un continente y su apellido el rincón que más conocía.
Inquieto, curioso y comprometido, no le esquivó a una profesión que, fundamentalmente en su época, se nutría de esos valores y características. Peronista (muy peronista), patriota (mucho también) y periodista (hasta la médula), regenteó en las épocas de esplendor del General diarios de la talla de “El Laborista” y “Democracia”, que llegaba a alcanzar el medio millón de ejemplares por edición.
Dueño de un estilo personal y un particular olfato para lo popular, Héctor Ricardo García lo convocó en 1964 para dirigir su “Crónica”, con baja performance en su primer año de existencia, y él lo llevó a ser el líder de las masas, de los trabajadores, “firme junto al pueblo”, como dice su slogan. También paseó su talento en sus años de proscripción por la mítica “Radio Colonia” de Uruguay.
Incurrió en Literatura con ensayos políticos, como "¿Adónde vamos?" (1959) -con prólogo de Juan Domingo Perón- y novelas, como "Puerto América" (1942), entre sus doce obras, que llegaron a merecer el Primer Premio Nacional de Literatura. También fue fundador de la Escuela Superior de Periodismo de Buenos Aires.

En sus recordados comentarios, que publicaba en su columna de “Crónica” o en sus apariciones en el viejo Canal 11, tocaba temas de orden social con un ajustado mix de lenguaje refinado y crítica incisiva. Y concluía sus ideas con una pregunta que invitaba a la reflexión y a estar de acuerdo con él…
Su nombre periodístico era Américo Barrios. Y el nombre de este blog es un permanente homenaje al Periodismo (con toda humildad) encarnado en su persona. A casi dos años de levantar la persiana de esta columna de ideas, críticas y propuestas, va siendo tiempo de poner las cosas en su lugar. “¿Vos qué opinás…?” cuenta con la ventaja del avance tecnológico que permite la respuesta interactiva a la interrogación, además de incorporar en el voseo el sello inconfundible de la argentinidad en un medio internacional como es Internet. Américo Barrios recibía las respuestas en persona (atendía infinidad de ellas) y era el dueño innegable de un estilo de comunicación que, a tres décadas de su recordada actividad, quiero desde aquí tratar de emular. Después de todo, nobleza obliga, hay que “darle al César lo que es del César”. ¿No le parece...?

2 comentarios:

GABU dijo...

Mirà vos lo que uno se entera visitando amigos,eh?!
Despuès dicen las malas lenguas que la internèstor es pa' boludear... _
jajajaajjjaj

P.D.:Interesante personaje tu invitado ALE,màs aùn de la mano de DON RICARDO GARCÌA!!

Y para cuàndo festejamos tu CUMPLEBLOG??? :)

BECHIOS MUCHIOS ♣

Sonia Cautiva dijo...

Increíble. Bien que recuerdo a mi padre escuchando a este hombre del que no sabía su propio nombre.
Tu forma de escribir , tu estilo y llaneza hizo que lo recordara tal cual, así como lo había olvidado. Supongo que los que leen este blog tuyo o te conocen en tu oficio, habrán, habremos, aprendido algo más.¿NO LE PARECE?
GRACIAS, ALE
Sonia