Contradicciones


En la Argentina, las cámaras del Congreso Nacional están debatiendo un proyecto -a partir de un caso conmovedor-de Ley de Muerte Digna (ya hay provincias que las tienen), algo por demás necesario teniendo en cuenta que es una problemática que involucra a toda una familia y no solo a un paciente en estado terminal. Seguramente, los proyectos deberán certificar que más de una Junta Médica dictamine el estado irreversible del paciente en cuestión y la aprobación por parte de la familia (seguramente en forma unánime) para que el enfermo deje de sobrevivir conectado a una máquina que lo mantenga en estado vegetativo y todos (familia y enfermo) dejen de padecer aquello que no tiene solución.

Las religiones son, obviamente, quienes más reparos oponen a determinaciones humanas sobre la consecución o no de la vida de los demás, pero a menudo las religiones condenan a las personas a situaciones que merecerían una revisión de sus dogmas.

Por supuesto que hubo casos en los que personas que estuvieron años en coma revivieron, pero el padecimiento a que se someten a los enfermos y sus familias quizás no merezcan semejante espera y sufrimiento o al menos es lógico que la familia pueda decidir seguir adelante o no con una vida asistida y sin certeza de “resurrección” (por definirlo de alguna manera).

Sin embargo, el tema en cuestión que me aparece como muy interesante es: si es necesario debatir un proyecto de Muerte Digna (del que estoy plenamente a favor, repito): ¿no sería menester también debatir y redactar leyes de “Vida Digna”, que son tanto o más importantes que la otra, no por una cuestión cualitativa sino cuantitativa.

Me pregunto si es digno que un jubilado –que está vivo y pasó largos años de su vida trabajando y aportando al sistema jubilatorio- cobre un aporte que de ninguna manera (en el caso de los haberes mínimos) permite costear alimentos, medicamentos, impuestos de todo tipo, servicios y ni hablar de que se quieran dar un pequeño gusto después de romperse el lomo durante décadas. O si esos mismos jubilados merecen ser atendidos (“atendidos” es una forma de decir) por una obra social como el PAMI que los posterga permanentemente, casi esperando que dejen de existir para no tener que seguir ofreciéndole el servicio –y esto es así, aunque a alguno le parezca que digo una crueldad-.

Me pregunto si los beneficiarios de planes sociales por no trabajar que reclamaron $ 2300,- (lo mismo que el sueldo mínimo de una persona que sí trabaja y gasta parte de ese sueldo para ir a trabajar…) la semana pasada cortando la Av. 9 de Julio en Capital Federal considerarán “digno” cobrar ese haber sin ofrecer nada a cambio y si lo considerarán digno quienes sí trabajan y producen para que esa gente pueda cobrar lo que pide. Ya decía Perón entre sus 20 verdades peronistas que “el trabajo es un derecho que crea la dignidad del hombre y es un deber, porque es justo que cada uno produzca por lo menos lo que consume”.

Me pregunto si es justo que se desaloje a los aborígenes que ocupan desde hace siglos las tierras en donde viven arrastrándolos mediante la Gendarmería y haciendo valer papeles que nunca existieron pero que de la noche a la mañana le otorgan la propiedad de esas tierras a los infaltables “amigos del Poder”.

Me pregunto si es digno vivir tras nuestras propias rejas en nuestras guarecidas casas y rezar cada vez que salimos de ellas para que Dios nos permita volver a ver a nuestras familias…

Cada cual puede hacer seguramente una lista infinita de qué es y no digno en nuestra menoscabada forma de vivir actual. Lo cierto es que el Congreso debate hoy en día una problemática muy necesaria que ojalá tenga una pronta resolución. Sería deseable que pronto empiece a tratar de debatir y redactar un catálogo de Leyes de Vida Digna. ¿Vos qué opinás…?

2 comentarios:

Ana Maria dijo...

Bueno Ale qué tema polémico que tocaste pero te voy a decir mi opnión:yo estoy de acuerdo con suspender la medicina asistida cuando pasó un tiempo prudencial y no se espera ningún elemento que pudiera revertir esas situación(no así la eutanasia que es otra cosa) En cuanto a lo de "Vida digna" pri mero tendriamos que tener muy,pero muy claro,lo que significa cada uno de nosotros y luego juntarnos todos e ir con unas cacerolas a Plaza de Mayo y en dos dias sin congreso ni chantas seguro que se arregla.Bueno Ale un beso y como siempre gracias por opinar.

SAMMY dijo...

La otra cara de la moneda esta en los hospitales que no tienen lugar para los pacientes diarios por estar colapsados, al tener muchas camas con pacientes terminales que no necesitan mayores cuidados y que sus familias se niegan a atender en sus domicilios. Así como pacientes en estado vegetativo irreversible, que no necesitan mayores cuidados, pero no se los puede esternar. El abandono familiar, también debería ser tratado. Charlando con autoridades de El Cruce, comentaron que se les ofrecen mejoras a las casas de los familiares desde el municipio y despues no los llevan.