El que tiene razón, tiene razón…
Maradona acuñó a lo largo de toda su carrera una enorme cantidad de frases con su sello tan informal y característico. Algunas graciosas (“se le escapó la tortuga”), otras ingeniosas (“la mano de Dios”), otras totalmente groseras como cuando “se le salió la cadena” tras la clasificación del partido que clasificó a Argentina al último mundial y arremetió contra los periodistas con furia, emitiendo insolencias por doquier.
Sin embargo, su catálogo de frases célebres siempre sirvió para que alguno lo parafraseara cuando la ocasión lo ameritaba. Es este el caso del canal de TV por Internet CN23, del empresario periodístico kirchnerista Sergio Szpolski, quien tras las elecciones del último domingo se despachó con un videograph (de tan solo dos segundos y repetido dos veces) que hacía mención a aquella olvidable conferencia de prensa de Maradona. Tras la aparición de esa gráfica, el título cambió a “Histórica diferencia” hasta que antes de terminar la nota volvió a aparecer la deleznable frase una vez más.
Y, después de todo, el que tiene razón, tiene razón. Desde todos los ámbitos, la gente que trabaja, estudia o invierte en el país se ve permanentemente amenazada por el Estado y sus instituciones (como las impositivas, la Secretaría de Comercio del impresentable Moreno, la Cancillería, que no deja de hacer papelones que –a la larga- terminan perjudicando a las empresas y a la gente que en ellas se gana su sustento por los conflictos internacionales que genera), los sindicatos que se manejan con total imprudencia y desparpajo sin que nadie les ponga límites (apenas algún reto de la Presidenta en el tramo final de su campaña, como para cosechar algún voto de la clase media más perjudicada), los piquetes insoportables que convierten a la gente en secuestrados en sus propios vehículos durante horas muchísimos días por mes, la inseguridad que ha llegado a niveles increíbles en el GBA, donde encontrar un patrullero por la calle es algo utópico y quien sale hacia su trabajo o estudio queda expuesto a la delincuencia, incluso hasta que lo adentren en su propia vivienda, porque están al acecho para ello. La lista es larga, cualquiera puede seguirla (yo podría decir que el domingo, cuando fui a votar, la presidenta de mesa era una chica de 20 años que nunca había hecho ese trabajo y que la convocaron el día martes 18, sin darle ninguna clase de instrucción; me imagino que a las seis de la tarde le habrán dicho “correte” y habrán armado las planillas con los datos que después ella habrá firmado, sin haber tenido ninguna posibilidad de decir nada, con lo que mi voto posiblemente también haya ido adonde yo no lo mandé…).
Ahora quedan por delante cuatro años más de atropello -como el de la placa de CN23- y de demagogia sin límites (admitida por los propios funcionarios kirchneristas), aunque el panorama internacional y el vaciamiento que ya se ha hecho de todas las arcas del Estado permita vislumbrar que cuando la soja caiga de los u$s 500,- actuales la tonelada a no más de u$s 300,- (con suerte), la chequera para mantener vagancia se va a terminar y la situación va a explotar. Motivo por el cual la Presidenta ahora –que tiene todo el poder que quiere para hacer y deshacer a mansalva- llama a la concertación a sus adversarios, cosa que el día que llegue “el 2001” otra vez, los siente a todos a preguntarles qué hacemos en semejante situación. Habrá que ver qué hace la oposición, si apoyan o se desligan de lo que no generaron (o sí, por omisión).
Cuatro años más sin Justicia -Oyarbide sigue demorando los exhortos de Suiza reclamando los orígenes de los fondos de Moyano depositados en aquella Nación, por ejemplo-, Jaime, Shocklender, las Madres y tantos otros podrán respirar tranquilos porque tendrán tiempo suficiente para aliviar sus complicadas situaciones procesales, los empresarios amigos del poder podrán seguir abriendo salas de juego a troche y moche (aunque el tren bala que servía para unir todo el recorrido de casinos y bingos aún sea uno de los tantos anuncios que quedaron en la nada), los funcionarios podrán seguir presentando ante la Oficina Anticorrupción declaraciones juradas aberrantes que de ninguna manera se condicen en el incremento de sus patrimonios con los sueldos que cobran de la administración pública, la desradarización del país permitirá que los carteles de la droga sigan enfermando a nuestra juventud y abultando los bolsillos de los siniestros funcionarios de turno, los aborígenes seguirán siendo saqueados y expulsados de sus tierras para entregárselas a testaferros delincuentes que sembrarán más soja para hacer negocio y los artistas que se ven acompañando a la Presidenta puedan disfrutar de comer todos los días y no salteado a partir de venderse al cristinismo (ver nota de Beatriz Sarlo en La Nación), como quienes cobran planes sociales sin trabajar o reciben terrenos gratis por la dádiva de un Gobierno que compra votos con una chequera que cada vez está más flaca y pronto va a quedar vacía…
Y sí, la placa de CN23 tiene razón. Hasta me dan ganas de parafrasear a Fito Páez refiriéndome a quienes la pusieron en el aire, pero no voy a hacerlo. El asunto será durante cuánto tiempo los afectados seguiremos siendo los tontos de siempre y no involucre también al dudoso 54% que votó a este engendro que, desde ya, tiene los días contados. El tiempo dará su veredicto. ¿Vos qué opinás…?.