¿Héroes de Malvinas?


Nací en el ´63 (como Fito!). Soy clase combatiente. Entré al servicio de conscripción el día 2 de marzo de 1982. Un mes después, el Comandante del Batallón de Aviación del Ejército de Campo de Mayo (donde hacía mi período de instrucción militar) nos anunciaba en la Plaza de Armas que habíamos “recuperado” nuestras Islas Malvinas. No estuvo en mi destino formar parte del combate, sin embargo. Un cómodo -en comparación con la guerra- destino en el Edificio Libertador torció esa Historia (y cuando iba por la calle, vestido de soldadito, la gente me deseaba suerte… ¡a mí!, que dormía en mi casa).
Hoy escuchamos llamar a nuestros ex-combatientes “Héroes de Malvinas”. Me pregunto si está bien llamarlos así. ¿Por qué “héroes”? ¿Qué los hizo héroes? ¿Está bien llamar de ese modo a quienes perdieron una guerra? No quiero ser duro, solo justo, que se entienda. Lo que pregunto es: ¿son héroes o son víctimas? ¿Hubo héroes o hubo mártires…?
El diccionario. No hay otra. Voy a ver qué dice y me encuentro:
héroe.
1. m. Varón ilustre y famoso por sus hazañas o virtudes.
2. m. Hombre que lleva a cabo una acción heroica.
3. m. Personaje principal de un poema o relato en que se representa una acción, y especialmente del épico.
4. m. Personaje de carácter elevado en la epopeya.
5. m. En la mitología antigua, el nacido de un dios o una diosa y de una persona humana, por lo cual le reputaban más que hombre y menos que dios; como Hércules, Aquiles, Eneas, etc.
Entonces busco
heroico, ca.
1. adj. Se dice de las personas famosas por sus hazañas o virtudes, y, por ext., también de las acciones.
2. adj. Perteneciente o relativo a ellas.
3. adj. Se dice de la poesía o composición poética en que con brío y elevación se narran o cantan gloriosas hazañas o hechos grandes y memorables.
Evidentemente, solo podrían caber las dos primeras acepciones de “héroe” (las otras son literatura). En cuanto a “heroico”, tendríamos la primera acepción de la palabra (que repite la primera de “héroe”…). En definitiva, hay solo una acepción: varón ilustre y famoso por sus hazañas o virtudes. Ahora habría que buscar “hazañas” y “virtudes”, a ver si se ajustan. Prefiero ver “mártir”:
1. com. Persona que padece muerte por amor de Jesucristo y en defensa de la religión cristiana.
2. com. Persona que muere o padece mucho en defensa de otras creencias, convicciones o causas.
3. com. Persona que padece grandes afanes y trabajos.
Hmmm… Ese segundo significado de “mártir” se aproxima bastante más a la cuestión. Persona que muere o padece mucho -en Malvinas hubieron las dos cosas- en defensa de causas: la causa Malvinas (¿o la causa “Galtieri”?).
No me parece justo designar como héroes a quienes fueron a Malvinas. Un héroe lo es por voluntad propia. Un héroe se destaca por acciones que emprende por su propia actitud. No es héroe quien va a morir o padecer por una causa injusta disfrazada de patriotismo para salvar lo que queda.
Nuestros “héroes” no son héroes, son “mártires”. Esa es la auténtica manera de definirlos. Porque aunque muchos hayan ido a batallar como causa propia, todo era un engaño. Y entonces son mártires, no héroes.
Llamemos a las cosas como son. LAS DICTADURAS NO DEJAN HÉROES, DEJAN MÁRTIRES… ¿Vos qué opinás…?

Sincero como “hoy no se fía, mañana sí”


La Responsabilidad Social Empresaria (RSE) está de moda. Las corporaciones intentan llegar a la comunidad de múltiples formas, pero sus verdaderas motivaciones no siempre son las mismas –al menos, eso quiero creer…-. Me refiero a que muchas llegan en obras a la sociedad, a través de propuestas educativas, culturales, asistenciales (en salud, alimentación, etc.), pero no todas parecen estar impregnadas de un verdadero espíritu social, sino más bien de verdaderas campañas de marketing.
No digo que esté mal que lo bueno que las empresas tratan de acercar a la ciudadanía de alguna forma le “rebote” a la misma organización, pero sí que los disfraces son muy hipócritas.
En ese sentido, las campañas de comunicación deberían ser absolutamente sinceras, si se está haciendo RSE, algo que no parece del todo así. En temas tan sensibles como son algunos para la sociedad argentina, habría que poner todo el cuidado y la verdadera intención de colaborar, dejando de lado el rédito propio.
Es así que me parece que algunos carteles de publicidad en autopistas -que pretenden aparecer como una preocupada RSE de parte del anunciante- solo intentan de fondo llevar agua para el propio molino. Y lo peor del caso es que hacen referencia a una cuestión tan traumática para nuestro país como es la de los accidentes de tránsito. Me refiero a “Si tomaste, no manejes”. Este mensaje, en avisos de importantes medidas, somete la acción de conducir a la condición de haber o no tomado alcohol previamente. Pregunto: ¿Por qué no recomendar “Si manejas, no tomes”? ¿No sería más lógico evitar el acto de beber alcohol que el de manejar? ¿No debería estar al revés la condición? ¿Existe RSE en “Si tomaste, no manejes”? ¿No es mucho más valioso pretender que no haya gente alcoholizada (aun en contra de los intereses de la compañía), que pretender que los alcoholizados no conduzcan?
Creo que lo que no debe “tomarse” a la ligera son las cuestiones importantes... ¿Vos qué opinás…?

Una cuestión de respeto.


Honrar nuestros próceres no parece ser una cuestión habitual entre los argentinos. A veces ni siquiera sabemos bien quiénes fueron en realidad, o qué legado nos dejaron. En definitiva, por qué son considerados próceres.
Tampoco lo hacemos con nuestra historia. Es común escuchar que el día 25 de Mayo se celebre nuestra Independencia ¿no? Es difícil tener la consideración que una fecha merece si ni siquiera tenemos bien presente qué es lo que en ese día se conmemora...
En ese sentido, el hecho de correr los feriados de manera antojadiza hacia un lunes anterior o posterior, con pretendidas intenciones de desarrollo y aprovechamiento turístico (que verdaderamente se alcanzan, por cierto), colabora en desmerecer el valor patriótico e histórico que los días importantes en la vida de un país deben tener para cada ciudadano.
No es lo mismo conmemorar el aniversario de la muerte de nuestro prócer máximo, Don José de San Martín, el día 17 de agosto (un jueves) que el día 21 de agosto (un lunes de la semana siguiente). Mucho menos si, además, la ciudadanía aprovecha el fin de semana largo para tomarse un descanso turístico –actitud fomentada desde el mismo Estado-, olvidándose de toda importancia que motiva el feriado.
La idea lanzada hace algunos años (idea “importada”, por supuesto) de amalgamar días no laborales a fines de semana con la intención de promover minivacaciones otorga provecho comercial y laboral para los sectores relacionados al turismo, algo por demás beneficioso para el país por lo económico y para la gente por el descanso que permite. Pero no preserva los considerandos que alguna vez motivaron la determinación de establecer como feriado a tal o cual fecha del calendario.
No creo que sea una antigüedad venerar próceres o días importantes en la vida del país. Me parece que no es una buena práctica –y mucho menos educativa- la de no respetar el feriado designado por un motivo y correrlo para aprovecharlo en otro sentido absolutamente distinto del primero.
Pero como la crítica sin propuestas es hueca e inútil, aquí va la mía: sigamos respetando a rajatabla el día 1º de Mayo, como hasta ahora. Y también el 9 de Julio. En cambio, los días 25 de Mayo, 24 de Marzo, 2 de Abril, 20 de Junio y 17 de agosto, que sean días laborales. Seguramente a San Martín, a Belgrano, o a cualquiera de nuestros ex-combatientes les gustaría que esos días se los conmemore trabajando y no tanto corriéndolos de fecha para irse a Mar del Plata. Trabajemos, y dediquemos una hora en cada ámbito laboral a celebrar la fecha en cuestión. Un discurso, una ofrenda floral, el canto del Himno Nacional, el lucimiento de la escarapela... una hora, nada más. Pero como corresponde, haciendo honor al día y frente a nuestra bandera (en todos los lugares de trabajo debiera haber una).
Y tengamos tres feriados turísticos al año, distribuidos de la forma más conveniente. En mayo, en setiembre y en noviembre, por ejemplo. Tres fines de semana largo ya determinados para el turismo, el descanso, las minivacaciones. Sin culpas ni deshonores. Sin motivos cambiados, sin deshonras. Especiales para descansar y pasear. No cambia mucho el almanaque, pero cambian los valores, para volver a ser lo que alguna vez fueron. Es nada más que eso: una cuestión de respeto... ¿Vos qué opinás...?

Cero a cero no debe ser negocio




Y sí. Hay veces en las que los dos equipos (hablo de fútbol) merecen perder ¿o no? Cuántos partidos vemos que se ganan nuestro repudio por habernos hecho malgastar una hora y media de la vida para nada –ni hablar si fuimos hasta la cancha, viajamos, pagamos entrada, etc.-. “Deberían haber terminado menos 1 a menos 1” escuchamos decir muchas veces…
Bueno, esa es la propuesta: que el 0 a 0 no sea más negocio. Hoy, todavía lo sigue siendo, porque con un empate sin goles ambos equipos se van premiados con el punto que otorga el reglamento. Y no debería ser así. Un equipo que termina el partido en cero, no debería llevarse nada. Para salir del 0 punto, hay que hacer un gol. Si se empata 1-1, entonces sí, punto para cada uno. Si hay empate en más goles, lógicamente, también. Pero si el empate es 0 a 0: pierden los dos. Ninguno se lleva nada.
Es justo que sea así, y debería hacerle bien al fútbol la medida, como le hizo bien la de otorgar tres puntos al equipo ganador en vez de dos como era antes. Ahora habría que poner en vigencia esta otra: no hay punto posible para quien no convierta un gol, aunque el otro equipo tampoco rompa el marcador. Hasta ahora, un partido puede otorgar tres puntos, en caso de que haya un ganador, o dos, en caso de un empate. Desde ahora, habría una tercera posibilidad: la de que no otorgue puntos.
Es una forma de mejorar el espectáculo, porque todos los equipos sabrían que necesitan quebrar el cero para poder llevarse algo, dejando de lado la especulación del resultado sin goles que hoy permite incrementar en uno los puntos en la tabla (convengamos en que un resultado sin goles beneficioso para ambos equipos por ser empate ni siquiera hay que conversarlo; en cambio, empatar en un gol o más, ya necesitaría que los contendientes se pongan de acuerdo ¿no?).
Todavía existen opciones para mejorar los espectáculos futbolísticos. Humildemente, creemos que ésta puede ser una. ¿Vos qué opinás…?

Un país sin delitos.



Abogacía. Polémica profesión… Siempre creí que es lógico que toda persona pueda ser defendida por uno de ellos. Es antinatural que alguien no pueda ampararse en los derechos que otorga la Ley, y al menos pretender un juicio justo. Miles de desaparecidos que no tuvieron esa posibilidad hoy no están entre nosotros, lo que se convierte en una razón mas que suficiente para que todo ciudadano acceda a un Tribunal que lo juzgue como corresponde ¿no?
Si un delincuente roba pero no mata, sería de esperar que un abogado defensor no permita que se lo procese por un delito que no cometió. Y si robó un auto, tampoco es lógico que lo juzguen por el robo de diez. Para eso debe operar la Justicia y trabajar la defensa.
Sin embargo, eso debe ocurrir en aquellos países donde existe el delito. No acá. Acá nunca pasa nada. Y si no me cree, escuche por los medios a los abogados defensores de cualquier acusado. Sea cual sea el caso. Sea cual sea el delito. NUNCA VA A ESCUCHAR A UN ABOGADO DEFENSOR QUE NO DIGA QUE SU DEFENDIDO ES INOCENTE. Jamás. Para los abogados, parece que el delito en la Argentina no existe. A nadie se lo defiende de que no se lo acuse por lo que no hizo. Simplemente, acá nadie comete ilícitos. Si nos limitáramos a escuchar a quienes defienden a los procesados, inferiríamos que EL DELITO EN LA ARGENTINA NO EXISTE.
Y hasta parece una perogrullada desde el punto de vista estratégico. Es como querer congraciarse ante el acusado en vez de tratar de convencer al Tribunal de que le den la menor condena posible y solamente penalizarlo por aquello que vulneró. Pregunto: ¿hay algún Juez que hoy se vea influenciado por la declaración de inocencia del acusado vertida por su defensor? ¡Si TODOS SON INOCENTES…!
Gracias a Dios, los veredictos no terminan dando la razón a los abogados defensores en todos los casos. Sin embargo, y más allá del “juego” de la Justicia (me refiero a las diversas aristas que tiene un caso procesal, algunas hasta increíbles, y todos conocemos alguno…), sería maravilloso que la moral se meta cada vez más en quienes practican la abogacía y manejan la Justicia. Después de todo, si alguien es criminal y está por la calle, son muchos más los que se perjudican que los pocos que pueden haber salido beneficiados con ello…¿Vos qué opinás…?